viernes, 30 de agosto de 2013

EL PERÍODO DE ADAPTACIÓN. PAUTAS GENERALES.

El  período de adaptación es un  camino o proceso mediante el cual el niño asimila (desde el punto de vista de los sentimientos) las pérdidas y ganancias que le supone la separación con su figura de apego, hasta llegar a una aceptación de la misma.
La incorporación del niño al centro de Educación Infantil supone la salida del mundo seguro y conocido, la familia, para enfrentarse a algo desconocido: espacios, personas y roles que debe aprender a desempeñar.
Los protagonistas del período de adaptación son los niños/as, y son los que tienen que superar desde su interior esos cambios, saliendo poco a poco de su egocentrismo, independizándose de sus figuras de apego.
Tanto padres como educadores debemos estar atentos para que todo se efectúe de forma natural. Debemos facilitar la adaptación a la escuela, pero es el niño el que tiene que superar la dificultad del cambio, es fundamental cuidar este período ya que se ha comprobado que de él depende en gran medida el éxito de que la permanencia del niño en la escuela sea eficaz.
Los recursos pedagógicos que pondremos en funcionamiento durante este período son:
1º- Contactos previos con los padres en los que se les darán una serie de sugerencias para llevar a cabo, con el fin de preparar psicológicamente tanto a los padres como al hijo/a que ingresa en la escuela infantil.

PAUTAS PARA LOS PADRES:
- Deben tener cuidado de no favorecer el miedo e inseguridad. Nada de expresiones despectivas hacia el colegio ya que pueden hacerle perder la confianza en él.
- Evitar la superprotección.
- Evitar actividades de pena y ansiedad.
- No mentirles con el “ahora mismo vuelvo”.
- Despedirse con una sonrisa.
- Hablar siempre de forma positiva del colegio.
- Vivir el momento con naturalidad y seguridad.
- Escuchar al niño con interés sobre las vivencias de cada día en clase.

Los niños/as que van a escolarizarse realizarán contactos previos con el aula, dependencias del colegio y la profesora en el último trimestre del curso anterior.
Cuando comienza el curso escolar, los padres mantienen una entrevista con la profesora en la que se recopilan datos interesantes sobre el niño/a. Una sencilla ficha de informe previo registra todos estos datos.
Es muy importante que los padres no mientan a la profesora u obvien detalles ya que esto va a servir para poder ofrecer un mejor trato al pequeño.
Organizaremos la entrada escalonada de los alumnos a la escuela durante los primeros días de clase.
Habrá flexibilidad en los tiempos. No es necesario que estén la jornada escolar completa, lo importante es que asuma lo que supone un período de tiempo determinado fuera de su familia.
Iremos ampliando el tiempo de estancia en el centro hasta completar la jornada completa.

Información extraída de www.proyectosytrabajosescolares.com

jueves, 29 de agosto de 2013

QUÉ HACER CON LOS NIÑOS QUE MUERDEN A LOS COMPAÑEROS

El primer elemento que pone en contacto al bebé con el mundo que lo rodea es su boca. Con ella explora, aprende y también se relaciona. Es una de las partes de su cuerpo que se encuentran más desarrollada. 

Cuando los niños comienzan a socializarse, a relacionarse (alrededor de los dos años), pero aún no poseen un lenguaje ni tienen las habilidades suficientes para comunicarse, morder se convierte en una manera de conseguir un juguete o llamar la atención. También lo hacen cuando están nerviosos o se sienten frustrados: ante situaciones nuevas, la llegada de un hermanito, el ingreso a la escuela... Y otros niños sencillamente muerden por imitación.

En ocasiones, hay niños que tienen excesiva facilidad para morder a los compañeros, y esto supone un problema que hay que solucionar lo más pronto posible.

Lo que debemos hacer en cuanto se presente este tipo de conducta es:

* Lo primero es atender y curar al niño agredido. Con caricias, tono suave, besos curativos que alivian, un poco de agua fresca o incluso crema árnica (ideal para golpes, hematomas). Que primero cures o atiendas al niño agredido es mejor para no centrar la atención en lo negativo de esta acción y también para que no vea que mordiendo se centran todas las atenciones en él de forma casi inmediata. Y además le estás mostrando cómo cuidar, atender, mimar, aliviar el dolor que ha producido su acción. Como aprenden por imitación, sé su modelo para que aprenda esta buena conducta.

Indicarle al niño que lo que está haciendo no está bien y que está haciendo daño a alguien. Es importante actuar calmados y con rapidez.

* Es necesario indicarle de qué forma actuar, darle alternativas para obtener lo que quiere (expresando con palabras, por ejemplo). No se trata de decirle: “No se muerde”, y nada más.

* También hay que enseñarles “conductas reparadoras”. Es decir, un niño después de morder a su compañero y ver su dolor, le debe besar y abrazar. Debemos enseñarles a pedir disculpas.

* Y, sobre todo, es muy importante que los niños vean conductas no agresivas para comunicarse. Debemos recordar que los niños imitan lo que ven (aunque en casa no andamos mordiéndonos, muchas veces jugamos a que lo hacemos). No olvidemos que los adultos somos los modelos a seguir por los pequeños que nos rodean.

* Finalmente, os recomendamos tener paciencia. Seguramente no dejarán de hacerlo porque le llamemos la atención una sola vez. El resultado se verá al final de todo un proceso que si se enfoca de manera positiva será muy breve.



Información extraída de www.actividadesinfantiles.com

miércoles, 28 de agosto de 2013

ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DE LA LACTANCIA

ANATOMÍA DE LA MAMA

Todos los pechos son válidos para amamantar, independientemente del tamaño y la forma.

Durante el embarazo la mama alcanza su máximo desarrollo, se forman nuevos alvéolos y los conductos se dividen.

La areola se oscurece durante el embarazo, para una mejor localización por el bebé, aunque el recién nacido reconoce principalmente a su madre por el olor.

El pezón, está formado por tejido eréctil, cubierto con epitelio, contiene fibras musculares lisas. Su musculatura es circular, radial y longitudinal, actuando como esfínteres para controlar la salida de la leche. Todos los pezones son buenos para amamantar, se dice dar el pecho, no el pezón.

Cada mama contiene 15 o 20 lóbulos mamarios, cada uno con su propio sistema excretor independiente. Estos lóbulos desembocan en un conducto galactóforo independiente, que se ensancha formando el seno lactífero, donde se deposita la leche durante la mamada, antes de salir al exterior.



HORMONAS REGULADORAS DE LA LACTANCIA
* PROLACTINA:
Es liberada en la hipófisis anterior. Activa la producción de leche en los alvéolos mamarios. Es la responsable del aumento de las mamas y su preparación para la producción de la leche durante el embarazo. No obstante, en ese período, las altas
concentraciones de estrógenos y progesterona evitan la producción de leche. Con la expulsión de la placenta, la tasas de progesterona y estrógenos baja y se inicia la producción de la leche.

* OXITOTINA:
Es secretada en el cerebro primitivo y liberada por el lóbulo posterior de la hipófesis. Es la responsable de la eyección o bajada de la leche.



REFLEJO INHIBIDOR DE LA LACTANCIA 
Hay que vaciar el pecho para el mantenimiento de la producción láctea. Cuanto más mama el bebé, más leche se produce. La velocidad de producción de leche es proporcional al grado de vaciamiento.

En la mama siempre hay leche, aunque se vacíe mucho. Si no se produce un buen vaciamiento, actúa el factor inhibidor de la lactancia (FIL) y la producción de leche disminuye.

La eyección de la leche depende de:
• La succión del niño.
• De la producción de leche en los acini alveolares (regulada por la prolactina).
• Expulsión de la leche hacia los conductos galactóforos y al exterior (regulada por la oxitocina).


FISIOLOGÍA DE LA LACTANCIA
* Mamogénesis:
Crecimiento y desarrollo de la mama durante el embarazo debido a la acción de la prolactina. Los estrógenos y la progesterona evitan la producción de leche durante el embarazo.

* Lactogénesis:
Producción y secreción láctea en los acini alveolares de los lóbulos mamarios regulados por la prolactina.

* Galactopoyesis:
Mantenimiento y transporte activo de la leche.

* Eyección:
Salida de la leche, provocada por la oxitocina. La succión del bebé estimula la producción y mantenimiento de la leche.



LECHE INICIAL Y LECHE FINAL
La leche inicial que sale al principio de la tetada es rica en lactosa, sales minerales y proteínas. Tiene un color blanco más oscuro. Supone una tercera parte del toma.

La leche final contiene una alta concentración de grasas y proteínas. Tiene un color más blanco por la presencia de grasas, lo que hace que el bebé se vaya saciando
conforme aumenta el volumen de la toma.



CANTIDAD DE LECHE PRODUCIDA
La cantidad de leche producida, depende en gran medida, de la cantidad de leche tomada por el bebé. De modo, que se ha comprobado que las madres que amamantan a gemelos llegan a producir el doble de leche.

No obstante, los valores medios diarios son los siguientes:
- En la primera semana: 550 ml/día.
- En las semanas siguientes: 850 ml/día.

La media diaria está entre 500 y 1000 ml/día.



Información extraída del Curso Mentor Educación Infantil

MIEDOS INFANTILES

El que los niños tengan miedo a cualquier situación extraña o peligrosa es bastante habitual y hasta cierto punto normal.
Los mecanismos psicológicos por los que operan los procesos de desarrollo del niño suelen ser, en ocasiones, frágiles debido a las características del ambiente en que se desenvuelve, y resulta bastante lógico que aprendan a tener miedo.
El niño oye hablar de miedo, tanto en casa como en la televisión, del hombre "del saco" y de multitud de personajes desagradables para la sensibilidad infantil.
Como consecuencia de toda esta presión ambiental, se producen aprendizajes erróneos a situaciones que podían resultar normalmente neutras y sin peligro para ellos, que, junto con otras influencias que proceden de la imitación (padres, contexto educativo, televisión...) llegan a constituirse en verdaderos problemas de comportamiento que alteran considerablemente el desarrollo psicobiológico del niño.

El problema se plantea cuando las reacciones que manifiesta interfieren de tal modo en su vida diaria, que imposibilita vivir feliz y adaptado a la propia familia, amigos o escuela.

El miedo más común en los niños es el miedo a la oscuridad, que aparece entre los 4 y los 10 años. La oscuridad, que por sí sola no resulta amenazante, se asocia con frecuencia a acontecimientos con sobrecarga de miedo. Por ejemplo, el ladrón que entra a robar, el monstruo, ruidos ... suelen ir asociados de oscuridad, de esta forma se generaliza el miedo a cualquier situación de oscuridad.

Otra de las causas que originan el miedo a la oscuridad es aquella producida involuntariamente por algunos padres que acuden a los llantos o demandas del niño que está durmiendo en la habitación a oscuras. Al entrar encienden la luz y acuden a calmarlo, y a estar con él. El niño encuentra consuelo a sus sollozos originado por cualquier otra causa (ruido, dolores, sueños ...). Esta escena se repite a diario en casi todos los hogares donde hay niños pequeños. Es a través de esta repetición mediante la que se asocia:
llanto - oscuridad - entrada de padres - luz.


Otra de las posibles causas del miedo a la oscuridad pueden ser también los acontecimientos traumáticos ocurridos repetitivamente en situaciones de oscuridad, tales como sacudidas de las persianas por el viento, ruidos bruscos, sobresaltos... Aunque el mecanismo sigue siendo el mismo, se asocia lo que ocurre a lo que le rodea, es decir, el susto, el ruido, el lloro se une y se relaciona con la oscuridad que es la situación en la que se encuentra el niño en ese momento de la ocurrencia.

El miedo se considera normal desde el punto de vista de necesidad de autoprotección del organismo ante la presencia de peligros que amenacen al sujeto. Hasta este punto es bueno y adecuado mantener una actitud de miedo razonable ante situaciones amenazantes. El problema se plantea cuando el niño reacciona de un modo exagerado e ilógico frente a un estímulo cuya amenaza es muy limitada.

La reacción del niño ante el miedo es de preocupación, irritación y un estado de ansiedad muy elevado, apareciendo síntomas orgánicos y cognitivos.

Las causas de estas reacciones de miedo excesivo ante personas, situaciones o cosas que objetivamente no presentan ninguna amenaza real pueden ser:
  • En un primer momento, la separación que experimentan respecto a sus padres, en el momento que pierde de vista a sus padres, "piensa" que los ha perdido; y reacciona con explosiones de llanto ante la ausencia de alguno de los padres. Esto se manifiesta en los miedos de los primeros días de asistencia a la escuela infantil incluso al colegio.
  • Situaciones y acontecimientos familiares negativos como: la separación de los padres, disputas, enfermedades, fallecimientos...
  • El aprendizaje que realiza el niño por asociación de estímulos. Si estando oscura la habitación, escuchó un ruido muy fuerte y le provocó miedo, generalizará la oscuridad con el ruido y a su vez con el miedo. 
  • Otra de las causas del miedo es el aprendizaje por observación a otras personas que lo experimentan ante determinadas situaciones (los padres serán perfectos modelos para ser imitados y observados por el niño, más tarde lo será la televisión, compañeros de colegio ...).

El ambiente familiar es el primer modelo que suele imitarse y por tanto, aprenderse. Como veis, las causas que originan el miedo pueden ser muchas, pero deben vigilarse especialmente cómo os comportáis los padres y cuál es el ambiente que rodea a vuestro hijo/a porque, muy probablemente el origen de sus miedos se encuentre en dicho ambiente.


¿CÓMO EVOLUCIONAN LOS MIEDOS INFANTILES?

Algunos miedos suelen desaparecer al cabo de poco tiempo si son adecuadamente tratados, otros, persisten durante mucho tiempo. 

En los niños muy pequeños, los miedos básicos de separación de la madre o el padre, de ver personas desconocidas, ..., suelen desaparecer conforme evoluciona su desarrollo psicobiológico, son miedos evolutivos.

Los miedos que se han aprendido son de más difícil desaparición.

Del mismo modo que los niños tienden a adoptar los miedos de los padres (por observación e imitación) estos miedos no suelen desaparecer si persiste continuadamente la situación de aprendizaje por observación; mientras los padres manifiesten tales comportamientos, los hijos también los presentarán siendo muy difícil su eliminación de un modo natural si no se utilizan técnicas terapéuticas y no se modifican los comportamientos de miedo de los padres.

Desde los 4 a los 8 años existen gran cantidad de miedos que se relacionan con seres imaginarios y fantásticos en actitud amenazante, pero conforme el niño crece, estos miedos suelen desaparecer, apareciendo otros tipos de miedos.

Conforme se acerca a la adolescencia aparecen miedos que tienen un marcado carácter social: burlas por el físico, miedo al ridículo, a la no aceptación social …

Si al llegar a la adolescencia todavía quedan algunos miedos anteriores, el chico o la chica, tendrá problemas de ajuste con el medio que le rodea.



LO QUE NO SE DEBE HACER:

Lo que los padres no debemos hacer nunca ante un comportamiento de miedo es acariciar al niño o cogerlo del brazo para mostrarle su cariño y afecto en ese preciso momento de reacción de miedo. De esta manera, el niño está aprendiendo a asociar su llanto, su reacción con la atención solícita de la madre o del padre que acude rápidamente a calmarle y tranquilizarle, reforzando ese comportamiento de miedo.

Tampoco deben dársele regalos u otros caprichos cuando ocurre una conducta de miedo: se asocia su comportamiento con la consecuencia que es lo que ocurre a continuación (atención, refuerzo ...) por parte de los padres.

El intentar convencerle de que no existe ningún peligro ni debe tener ningún miedo tampoco resulta muy efectivo. En la próxima situación de miedo, el niño vuelve a experimentarlo a pesar de la gran cantidad de veces en que se le ha repetido incesantemente que no debe ni tiene por qué temer a tal situación u objeto.

Otra de las conductas que jamás debéis optar, es la de amenazar al niño o infundirle  miedo (hacia animales o lugares) para que deje de hacer algo que no le permitís. Este tipo de comportamiento puede traer unos nefastos resultados sobre la conducta a largo plazo de vuestro hijo/a , habiéndole enseñado de esta forma, a tener miedo potencial ante esas situaciones.

Otra de las cosas que perjudican en gran medida es obligarle a tocar o a acercarse a la situación de miedo inmediatamente, de modo brusco y sin que haya recibido un entrenamiento o preparación previa para que se dé cuenta por él mismo de lo inocuo e inofensivo del objeto o situación en sí temida. Los padres debéis tener en cuenta y controlar las situaciones en que puedan aparecer reacciones de miedo para no enfrentar al niño directamente con ellas y provocar un aumento del miedo.

Otra cosa que no debe hacerse es el castigar al niño por tener miedo y tampoco debe observar nunca a los padres en sus conductas de miedo, porque esto conduce a elevar el suyo. En este caso sois los padres los que debéis poner un especial cuidado en no experimentar reacciones de miedo delante de los hijos (ej. La mamá que reacciona de un modo desproporcionado ante una tormenta o que amenaza al niño con que vendrá un perro y le morderá).


ACTITUDES QUE SE DEBEN TOMAR Y QUE RESULTAN POSITIVAS:

Los padres debéis procurar, en la medida que las circunstancias lo permitan, ofrecerle al niño aquellas situaciones y oportunidades de escaso miedo para que el niño/a vaya acostumbrándose a ellas poco a poco y de un modo gradual.

Como ejemplo, en el caso del miedo a los perros: una opción sería ver a un perrito pequeño a lo lejos al tiempo que se le dan consejos de cómo actuar, se le refuerza y motiva a comportarse adecuadamente utilizando comentarios: "¡Qué bien lo estás haciendo, ves, estás tranquilo, no ocurre nada!" y darle algún refuerzo material simultáneamente al comportamiento adecuado (chuchería, expresión de afecto...).

En los casos de miedo, son muy efectivas las historias o cuentos donde el personaje supere la situación de miedo poco a poco y llegue a no temerla. Todo esto irá entrenando (por imitación) y preparándole para enfrentarse con situaciones de escaso miedo de carácter real.

Otra actitud es la de proporcionarle durante la presencia del objeto o situación de miedo cualquier actividad distractora (oír música, oír un cuento, recordarle que es valiente...), agradable mientras está ocurriendo la situación de miedo. Los padres en tales momentos, debéis hacer comentarios sobre la actividad distractora tal y como si estuvieseis jugando con él y dirigiéndole la atención a dicha actividad mientras el niño va tolerando poco a poco la presencia del objeto o situación temida.

Actuando de este modo ayudaremos al niño a superar su miedo.

El clima de confianza, tranquilidad y sosiego existente en el seno de la familia es un factor preventivo para que el niño pueda controlar pequeños miedos.

Aún así, si actuáis de esta manera y no se logran avances en la superación de los miedos, se deberá acudir al psicólogo/a para proceder a realizar la terapia adecuada en colaboración siempre con los padres.


¿CÓMO DETECTAR EL MIEDO EXCESIVO: FOBIA?

Basta con la observación del comportamiento del niño ante el objeto temido, persona o situación; es perfectamente reconocible cuando el niño experimenta o no reacciones de miedo excesivo a una situación. 

El estado de ansiedad producido por ese miedo se caracteriza por manifestaciones de malhumor, tristeza, inquietud motora, sudoración, respiración agitada, dolores, vómitos, ante estos síntomas los padres suelen ir al médico y su respuesta es: "su hijo no tiene nada".

Todas estas manifestaciones orgánicas son psicosomáticas, producidas por la fobia o miedo excesivo. Los miedos más comunes son: miedo a la oscuridad, miedo a los animales, a los ruidos ...


¿QUÉ PODÉIS HACER LOS PADRES ANTE LOS MIEDOS EXCESIVOS DE VUESTRO HIJO/A?:

Si habéis detectado en vuestro hijo/a un miedo excesivo, podéis hacer algunas cosas que resultarán efectivas. Hay que tener en cuenta que el tratamiento de los miedos varía según multitud de factores, pero, a pesar de ello existen algunas técnicas que son aplicables a la mayoría de los casos y que cada padre debe adaptar a la peculiaridad de su hijo, para que resulte lo más eficaz posible.

Existe una técnica denominada "desensibilización sistemática" que consiste en exponer al niño ante situaciones leves de miedo. 
Por ejemplo en el miedo a la oscuridad, un primer paso o situación de escaso miedo sería reducir la intensidad de la luz a la vez que se le ofrece al niño una conducta contraria al miedo, como cantar, bailar o comer su golosina favorita (a modo de juego). Estas situaciones deben repetirse tantas veces como sea necesario,hasta comprobar que no hay ansiedad, y poco a poco ir introduciendo situaciones un poco más intensas, así, de forma progresiva y gradualmente se aumentan, con precaución. Las conductas incompatibles con el miedo deben proporcionarle seguridad y confianza al niño y deben ser más fuertes y poderosas que la propia situación de miedo.

Otro aspecto básico es graduar la situación de miedo en una escala de pequeños pasos desde el menor hasta el mayor, es decir, de menos a más miedo.

Ejemplo:
1. Ver un perro dibujado:    MUY POCO MIEDO
2. Ver un perro en la tv:      POCO MIEDO
3. Oír a lo lejos un ladrido:  ALGO DE MIEDO
4. Ver un perro desde lejos: ALGO DE MIEDO
5. Ver un perro pequeño en la acera de enfrente:  BASTANTE MIEDO

Con los demás miedos debe procederse de igual forma. Deben descomponerse en pequeños pasos, secuencias o escenas de miedo progresivo. Es importante preparar al niño para que la actividad que haya que realizar durante la situación de miedo (escaso) sea adecuada y despierte sentimientos y emociones fuertes positivas, capaces de ser superiores y vencer al miedo.

Otra técnica que sirve como complemento, si es que el niño tiene las suficientes capacidades cognitivas para ello, es llevar la situación al absurdo, hacer preguntas del por qué de su miedo y él ir dando las respuestas con ayuda, y darse cuenta de la irracionalidad de su creencia.

Otra técnica para eliminar ciertos miedos infantiles es "el aprendizaje por imitación", que consiste en que el niño observe a sus iguales enfrentarse favorablemente a esas situaciones.

Un aspecto muy importante que entra a formar parte de las técnicas a llevar a cabo para eliminar el miedo en los niños es la actitud de los padres ante el problema. Es aconsejable que los padres no manifiesten ningún miedo similar al del niño porque de lo contrario el niño copiará, imitará tal comportamiento lo que contribuiría a su aumento. Tampoco se debe prestar excesiva atención ni exaltación emocional ante el problema, ni actuar mediante regañinas o castigos. Los padres, debéis actuar bajo un punto de vista del aprendizaje.

Vencer el miedo debe ser un aprendizaje similar al de cualquier otro aspecto, leer, escribir, montar en bicicleta ... en el que se le enseña lo que debe hacer, cómo prepararse, a entender la situación de miedo desde otro modo de pensar, a entrenarlo a hacer cosas para "ganarle" al miedo y, en esa actitud, debe discurrir el aprendizaje de dominar y controlar la situación.
Como toda situación de aprendizaje, se producirán errores y aciertos, pero los errores no deben llevar al desánimo sino al contrario, deben analizarse para evitar que se vuelvan a dar. Realizar todo esto manifestándole al niño el apoyo y la ayuda necesaria es la actitud de los padres que más puede servirle para vencer al miedo.

Además de mostrar esta actitud favorable, los padres también debéis realizar un proceso de reflexión acerca de cómo actuáis con vuestro hijo con respecto a esos miedos, cuáles son las actitudes que pueden resultar beneficiosas o perjudiciales y de ese modo adoptar la más favorable.

Si habéis tratado una solución y no ha dado resultado, no dudéis en consultar con un especialista en Psicología Infantil.


Cuantas menos reacciones de miedo presente el niño, mejor será su nivel general de funcionamiento: más apetito, más vitalidad, sueño relajado, en definitiva, más saludable, mejor adaptado y más feliz, lo que es beneficioso para un adecuado desarrollo psico-socio-afectivo.



Información recopilada y extraída del blog: http://cosquillitasenlapanza2011.blogspot.com.es/

martes, 27 de agosto de 2013

¡Bienvenid@s!

¡BIENVENIDOS A TOD@S!

Creo este blog con muchísimas ganas y mucho entusiasmo.

Día a día iré subiendo artículos de gran interés tanto para padres y madres, como para profesores o para todas aquellas personas que tengan curiosidad por saber un poco más acerca del mundo de los pequeños (ese gran desconocido).

Valoraré mucho vuestros comentarios y opiniones, así que no dudéis en comentar.

Espero que os guste y podamos disfrutar juntos de este nuevo viaje :)


* Mercedes *